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Friday, September 30, 2011

La insoportable impunidad de la blasfemia

Hoy, hace unos años, fue la publicación de las caricaturas de Mahoma, que eventualmente provocaron la violencia de los fieles musulmanes y es por eso que los 30 de Septiembre celebramos el día de la blasfemia.

A este Mohammed le debemos el concientizarnos cuan importante es criticar la religión


El nombre de mi blog alude justamente a eso. A blasfemar, no porque sí, sino porque es necesario, gracias a la prepotencia con que las religiones pretenden actuar y condenar a todo aquel que las critique o pida cuentas. Hacer un crimen de criticisimos y llevarse de encuentro la libertad de expresión de paso es algo que la religión ha estado haciendo por mucho tiempo y que ahora que el poder se le va de las manos, empieza a preocuparle.

Dice el catecismo católico:

El segundo mandamiento prescribe respetar el nombre del Señor. Pertenece, como el primer mandamiento, a la virtud de la religión y regula más particularmente el uso de nuestra palabra en las cosas santas. 
La blasfemia se opone directamente al segundo mandamiento. Consiste en proferir contra Dios —interior o exteriormente— palabras de odio, de reproche, de desafío; en injuriar a Dios, faltarle al respeto en las expresiones, en abusar del nombre de Dios. Santiago reprueba a “los que blasfeman el hermoso Nombre (de Jesús) que ha sido invocado sobre ellos” (St 2, 7). La prohibición de la blasfemia se extiende a las palabras contra la Iglesia de Cristo, los santos y las cosas sagradas. Es también blasfemo recurrir al nombre de Dios para justificar prácticas criminales, reducir pueblos a servidumbre, torturar o dar muerte. El abuso del nombre de Dios para cometer un crimen provoca el rechazo de la religión. La blasfemia es contraria al respeto debido a Dios y a su santo nombre. Es de suyo un pecado grave (cf CIC can. 1396).

Obviamente el concepto de blasfemia no es único del catolicismo o del cristianismo, y hoy por hoy es el Islam el que ha tomado la posta en cuanto a la irracionalidad en torno a la blasfemia


Una niña cristiana de 8 años puede convertirse en la blasfema más joven de Pakistán
 La cristiana Faryal Bhatti de 8 años de edad, por haber cometido un error ortográfico ha sido golpeada, expulsada del colegio y, muy probablemente, será acusada del delito de blasfemia

 Según informa The Express Tribune, la niña cristiana, en un examen de urdu, al responder a una pregunta sobre un poema dedicado al “Santo Profeta”, escribió “laanat” (maldición) en lugar de “naat” (himno), un error que fácilmente puede cometer un niño de corta edad. Sin embargo, el profesor que corregía el examen al observar la incorrección consideró el hecho de gran gravedad, por lo que requirió el pasado jueves la presencia de la niña a la que abroncó y golpeó con violencia.

Es evidente como las creencias religiosas ciegan a quienes se supone son maestros y los hacen considerar que así sea un error de parte de un menor, este merece castigo por haber ofendido a su dios. Si es así, un dios que se ofende por algo hecho por un ser humano, y más aun, un niño, es un dios pequeño y miserable que necesita que lo defiendan aquellos a quienes se supone creó.



Se puede decir que este es un extremo, pero... no, no se puede decir eso. Y es que no estamos ante fanáticos declarados que se atan bombas a la cintura, sino ante un maestro y una sociedad que aparentemente no ve nada de malo con esto. Una sociedad que permite esto, ya sea basada en su cultura o religión es una sociedad podrida y tan miserable como el dios al que alaba.

Una frase como la anterior corre el riesgo de pasar como un discurso de odio en contra de tal o cual religión, lo cual pone sobre el tapete la disyuntiva de tener libertad religiosa o libertad de expresión a pesar de ser obvio que el conflicto lo origina la religión al pretender ser inmune a todo criticismo. Un excelente ejemplo es la ley anti-blasfemia de Irlanda, la cual impone una multa de 25,000 euros al que blasfeme.

Irónicamente, es en Irlanda donde se han dado varios casos de abuso infantil por parte de sacerdotes católicos.

Hipocresía: Cuando tu iglesia no permite el control de la natalidad, 
pero se hace de la vista gorda en cuanto a la pederastía


Y es por casos como ese que es necesario el criticismo, así este sea considerado blasfemia. Si ésta es la gente de Dios, ¿por qué éste lo permite? ¿Prefiere éste ver a su iglesia por encima de todo y ser insensible al sufrimiento de tantos? ¿Le divierte a Dios ver niños violados? Siendo todopoderoso debe divertirle bastante, así como le divierte ver gente mueriendo de hambre, pues no se ve que haga gran cosa para remediar esto. O tal vez no existe, y es que un Dios tan irracional como similar a los humanos que lo crearan puede ser solo un producto de una mente retorcida. Si es así entonces no merece ningún respeto, tan solo el criticismo a la insensata idea que muchos tienen de este. Si Dios existe, es un dios miserable y ruin que goza viendo a sus creaciones sufrir.

En resumen, Dios no es capaz de castigar a los que blasfeman contra él, ya sea porque no tiene el poder o porque no existe. Y eso a muchos creyentes les resulta insoportable, por lo que toman de alguna manera las cosas en sus manos para no dejar impune al blasfemo, confirmando así cuan pequeño y miserable es su Dios.

No pretendo blasfemar solo por hacerlo, sino porque es necesario, así a muchos devotos no les guste darse con el hecho de que es aquí en la Tierra que pretenden penalizar una ofensa contra Dios debido a que éste se ofende con lo que nosotros hagamos. Un Dios así no merece ser adorado ni mucho menos, que se crea en él. Un dios así solo merece el escarnio y el ridículo.



Monday, September 26, 2011

Quotable Quote CVII

The reason so many Muslims like to blame Western societies for all the ills of the world is that it means they never have to engage in self-criticism or even self-analysis. The result is that what problems do exist will not be dealt with. 


 La razón por la que muchos musulmanes culpan a las sociedades occidentales de los males del mundo es que eso significa nunca tener que hacer frente a ningún auto-criticismo o incluso, auto-analisis. El resultado es que los problemas que existen nunca serán considerados

 Douglas Murray

Friday, September 23, 2011

Marco Aurelio, Ratzinger, y lo que hacemos los ateos


Vive una buena vida. Si existen los dioses y son justos, entonces no les importará cuan devoto fuiste, pero te darán la bienvenida basados en las virtudes con las que has vivido. Si hay dioses, pero injustos, entonces no tendrías por qué querer adorarlos. Si no hay dioses, entonces desaparecerás, pero habrás vivido una vida noble que vivirá en las memorias de tus seres amados
Marco Aurelio
Ateísmo: No suena tan radical, no?

Publiqué esto originalmente en el Tumblr del blog y me gustó bastante. Y es que si el mundo funcionase de esta forma, creo que sería uno mucho más agradable. El problema no es tanto que la gente crea en Dios, por muy infantil y ridícula que sea la idea, es decisión suya. El problema viene con lo que se hace en base a esa creencia.

Llámese salud reproductiva, o derechos de los homosexuales, o igualdad de género, o educación de las ciencias, la religión tiende a afectar negativamente esas áreas que terminan afectando a los millones de personas que viven en el mundo. Y es más que nada contra esa influencia negativa, basada en una idea irracional y que por tanto debería quedar en los personal, con que se pelea. Y se hace desde una plataforma por lo general de diálogo con datos confiables a la mano.

A los líderes religiosos eso ciertamente no les gusta, pues con conocimientos en mano se puede desbaratar la insensatez que contienen las religiones y que por mucho tiempo se han visto respetadas bajo distintas penas. Hoy afortunadamente los líderes religiosos ya no tienen la sartén por el mango como antes, por lo que el discurso tiende a cambiar y a hacerse pasar por víctimas:

Papa: “Hitler quiso reemplazar a Dios”

“El ‘omnipotente’ Adolfo Hitler era un ídolo pagano que quiso convertirse en el sustituto del Dios de la Biblia”, dijo el pontífice alemán en un encuentro con el Consejo Central de los Judíos.


“Las horrendas imágenes de los campos de concentración al final de la guerra muestran de qué es capaz el hombre que rechaza a Dios y el rostro que puede tener un pueblo que dice ‘no’ a ese Dios”, añadió.



Ratzinger pretende hacer una conexión entre Hitler y "el rechazo a Dios", que en la simple mente de sus seguidores debe asumir la culpa de todo lo malo que pasa en el mundo. Para Ratzinger y los borregos que siguen toda palabra que salga de su boca, la falta de Dios es el origen de todo lo malo que pasa en el mundo, con lo cual dice de forma muy poco sutil que los no creyentes son de alguna forma una amenaza para la sociedad.


Dado que muy pocas personas en su sano juicio podrían estar del lado de Hitler, Ratzinger pretende colocar a los no creyentes del lado del dictador y pintarnos como una amenaza. Y eso que Hitler tuvo momentos en que se consideró un devoto creyente



Lo cierto es que somos una amenaza para su iglesia y el poder que ostenta, especialmente cuando se demuestra lo irrazonable que es un Dios intervencionista como el de la iglesia católica, y ademas, cuando se le recuerda los abusos cometidos por sus curas y ante los cuales la iglesia católica se hizo de la vista gorda tantas veces:


Por otra parte, el pontífice pidió a los creyentes que no abandonen a la Iglesia Católica, ante el número récord de fieles alemanes que ha dejado de asistir a misa en protesta por los escándalos de abusos sexuales por parte del clero.

Benedicto dijo comprender el motivo por el cual algunas personas -especialmente las víctimas y sus seres queridos- podían decir “esta ya no es mi iglesia”. Pero instó a los católicos a ver que en la iglesia hay cosas buenas y malas y que está tratando de corregir los errores cometidos.

Estas miserables disculpas pudieron haber venido a bien si se hubiese combatido a los abusadores apenas los abusos se denunciaban. Pero la iglesia católica ha dejado pasar mucho tiempo y tan solo cuando estalló el chupo, tomó cartas en el asunto. A Ratzinger no le duelen los abusos cometidos por sus sacerdotes, le duele que se hayan hecho conocidos.


Ratzinger admite que en la iglesia hay cosas buenas y cosas malas, y por eso justamente esa iglesia es indigna de ser guía de nadie. Presentarse como tal no es más que internos vender una mentira o una estafa.

Es pues contra este tipo de cosas que los no creyentes tomamos una postura en contra. Poco puede importarme lo que la gente haga para sí, pero cuando intenta perpetrarse en el poder a raíz de lo que cree y encima exigir respeto cuando no lo merece, ya es otra cosa.

Tuesday, September 20, 2011

Apostando con Pascal

En algún momento de nuestra existencia hemos escuchando un argumento para la creencia en Dios que va mas o menos así:

Si Dios no existe:
- Al creyente no le pasa nada
- Al ateo no le pasa nada

Si Dios existe
- El creyente se va al cielo
- El ateo se va al infierno

La apuesta de Pascal, como comúnmente se le llama a este razonamiento pretende asustar y coaccionar a la gente para que crea en un Dios, así sea solo por el miedo de irse al infierno, lo cual suena bastante hipócrita, pero no es nada fuera de lo normal cuando se trata de evangelizar.

Algo interesante de la apuesta de Pascal es que generalmente cuando te la recitan, se hace como si hubiera una posibilidad igual de que Dios exista o de que no, y entonces uno debe guiarse por los supuestos beneficios que cada uno de los escenarios supondría. Pero las probabilidades están bastante lejos de ser 50/50.

Empecemos pues concediendo eso. Digamos que hay un 50% de probabilidades de que un Dios exista y un 50% de que no.

Ahora consideremos la posibilidad de que este Dios no sea un Dios intervencionista, es decir, no se mezcle con los asuntos de los seres humanos. Total, no existe ninguna prueba de intervenciones divinas más que ilusiones que la gente ve cuando quiere ver. Digamos que la posibilidad de eso sea la mitad de probabilidades dentro de la probabilidad de que un Dios exista. Es decir, ¼ de las probabilidades.

Ahora viene lo bueno. Consideremos todos los dioses a quienes se les ha elevado una oración esperando su intervención, una señal o una simple “conversación”. Elijamos un número conservador, digamos, 10,000 dioses.


Una incompleta lista de los dioses en los que se ha creído en algún momento

Ahora pues, multipliquemos la probabilidad de que dios exista (1/2), la de que este sea un Dios intervencionista (1/2 x 1/2) y la de que este sea, digamos el dios cristiano (1/2 x 1/2 x 1/10000). Por lo tanto, la probabilidad de que el dios cristiano sea el dios verdadero va siendo más o menos de 1/40000.

Pero aun no hemos acabado. El cristianismo tiene variadas y distintas denominaciones que van desde los Católicos hasta los mormones, pasando por los Testigos de Jehová y los evangélicos. Y sabemos bastante bien que los católicos pueden ser unos adoradores de imágenes, o los evangélicos unas ovejas en piel de cordero, dependiendo a quien le preguntemos. Consideremos unas 20 denominaciones dentro del cristianismo por lo que tendremos: 1/40,000 x 1/20, es decir 1/800,000.

Por lo tanto, a aquel primo evangélico que te dice que es mejor creer “por si acaso” para no ir al infierno, o a la tía supernumeraria que trata de salvar tu alma cada que te ve, recuérdale que la posibilidad de que su Dios sea el verdadero Dios es alrededor de una en 800,000.

Por supuesto, el día en que Dios baje de los cielos, o envía a su hijo y multiplique panes y diga “tal o cual es mi iglesia legida” entonces seré el primero en postrarme de rodillas ante Su presencia. Pero hasta entonces es más seguro y sensato reconocer lo improbable que es la existencia de ese Dios intervencionista y al cual representa un grupo de los miles que existen en la Tierra. Hasta entonces, esos grupos no pasan de ser charlatanes sobrevalorados.

Friday, September 16, 2011

Estudio bíblico: El horno en llamas

Hace unos días, por motivos de fuerza mayor, me encontré en un estudio bíblico. No es que no tuviera opción, pero lo cierto es que no tenía nada mejor que hacer, y pensé aprovechar la oportunidad para ver si se podía sacar algo de provecha de una lectura bíblica.

La lectura de la noche fue el capítulo 3 del libro de Daniel, El Horno en Llamas
 Un horno en llamas. Como para quitarle lo ominoso al asunto


1 El rey Nabucodonosor mandó hacer una estatua de oro, de veintisiete metros de alto por dos metros y medio[a] de ancho, y mandó que la colocaran en los llanos de Dura, en la provincia de Babilonia.2 Luego les ordenó a los *sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y demás oficiales de las provincias, que asistieran a la dedicación de la estatua que había mandado erigir.3 Para celebrar tal dedicación, los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y demás oficiales de las provincias se reunieron ante la estatua.4 Entonces los heraldos proclamaron a voz en cuello: «A ustedes, pueblos, naciones y gente de toda lengua, se les ordena lo siguiente:5 Tan pronto como escuchen la música de trompetas, flautas, cítaras, liras, arpas, zampoñas y otros instrumentos musicales, deberán inclinarse y adorar la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha mandado erigir.6 Todo el que no se incline ante ella ni la adore será arrojado de inmediato a un horno en llamas.» 


 En resumidas cuentas, el rey Nabucodonosor tiene un problema de ego, se manda hacer una estatua gigantesca y amenaza al que no se postre ante ella a echarlo a "horno en llamas".

Ahí tienen a Dios diciendo "No tendrás otros dioses aparte de mí, yo soy el Señor tu Dio" y añadiendo la amenaza del infierno. Es interesante que la Biblia presenta a Nabucodonosor como un rey déspota y ególatra cuando Dios se comporta exactamente de la misma forma.

Pero sigamos


7 Ante tal amenaza, tan pronto como se escuchó la música de todos esos instrumentos musicales, todos los pueblos y naciones, y gente de toda lengua, se inclinaron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había mandado erigir.8 Pero algunos astrólogos se presentaron ante el rey y acusaron a los judíos:
 9 —¡Que viva Su Majestad por siempre! —exclamaron—.10 Usted ha emitido un decreto ordenando que todo el que oiga la música de trompetas, flautas, cítaras, liras, arpas, zampoñas y otros instrumentos musicales, se incline ante la estatua de oro y la adore.11 También ha ordenado que todo el que no se incline ante la estatua ni la adore será arrojado a un horno en llamas.12 Pero hay algunos judíos, a quienes Su Majestad ha puesto al frente de la provincia de Babilonia, que no acatan sus órdenes. No adoran a los dioses de Su Majestad ni a la estatua de oro que mandó erigir. Se trata de Sadrac, Mesac y Abednego. :


Recordemos que en ese tiempo, los judíos se veían como el pueblo escogido, así como los cristianos se ven  hoy en día. Así que Sidrac, Mesac y Abednego (Abdénago en otras traducciones) fueron los rebeldes que se negaron a postrarse ante la estatua que todos adoraban, aun a riesgo de ser echados al horno en llamas. Obviamente, si son parte del pueblo de Dios, ay, qué lindos. Pero si son otros los que se niegan a postrarse ante alguna falta de prueba, ah no, esos son herejes que no conocen al Dios verdadero.

13 Lleno de ira, Nabucodonosor los mandó llamar. Cuando los jóvenes se presentaron ante el rey,14 Nabucodonosor les dijo:    —Ustedes tres, ¿es verdad que no honran a mis dioses ni adoran a la estatua de oro que he mandado erigir?15 Ahora que escuchen la música de los instrumentos musicales, más les vale que se inclinen ante la estatua que he mandado hacer, y que la adoren. De lo contrario, serán lanzados de inmediato a un horno en llamas, ¡y no habrá dios capaz de librarlos de mis manos! 

 Resumiendo, Nabucodonosor los amenaza...

16 Sadrac, Mesac y Abednego le respondieron a Nabucodonosor:    —¡No hace falta que nos defendamos ante Su Majestad!17 Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad.18 Pero aun si nuestro Dios no lo hace así, sepa usted que no honraremos a sus dioses ni adoraremos a su estatua.


Esto es interesante y aquí estos tres dejan de pensar al permitir que sus creencias les apague la razón. Aseguran que su Dios los librará del horno, lo cual es una apuesta interesante, pero aseguran que aunque no los salve, ellos seguirán creyendo. ¿Se supone que eso es admirable? A pesar de la falta de pruebas, o al contrario, de la prueba de que dicho Dios no los salva, estos pretenden seguir creyendo, y demostrando así que no habrá nada que los saque de ese charco de irracionalidad. Y se supone que esto es una virtud para los creyentes, el seguir creyendo a pesar de que todos los hechos y todas las pruebas apuntan a lo contrario.

Lo que viene a continuación ya se puede prever, como se puede preveer el final de todo cuento de hadas

19 Ante la respuesta de Sadrac, Mesac y Abednego, Nabucodonosor se puso muy furioso y cambió su actitud hacia ellos. Mandó entonces que se calentara el horno siete veces más de lo normal,20 y que algunos de los soldados más fuertes de su ejército ataran a los tres jóvenes y los arrojaran al horno en llamas.21 Fue así como los arrojaron al horno con sus mantos, sandalias, turbantes y todo, es decir, tal y como estaban vestidos.22 Tan inmediata fue la orden del rey, y tan caliente estaba el horno, que las llamas alcanzaron y mataron a los soldados que arrojaron a Sadrac, Mesac y Abednego,23 los cuales, atados de pies y manos, cayeron dentro del horno en llamas.
24 En ese momento Nabucodonosor se puso de pie, y sorprendido les preguntó a sus consejeros:

   —¿Acaso no eran tres los hombres que atamos y arrojamos al fuego?
   —Así es, Su Majestad —le respondieron.
25 —¡Pues miren! —exclamó—. Allí en el fuego veo a cuatro hombres, sin ataduras y sin daño alguno, ¡y el cuarto tiene la apariencia de un dios![b] 

 No se dice directamente, pero se "sugiere" que Dios (al cual nadie ha visto, pero el rey dice que el cuarto se parece a un Dios) bajó a protegerlos del fuego, que había sido calentado "siete veces más", o sea, no ocho y seis, siete, porque el siete es el siete y es un número importante.

Tan caliente estaba el horno que mató a los soldados de Nabucodonosor. Obviamente para ellos no hubo piedad ni milagro, a pesar de ser simplemente gente obedeciendo órdenes. Qué justo que es Dios, ¿no?

26 Dicho esto, Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno en llamas y gritó:
   —Sadrac, Mesac y Abednego, siervos del Dios *Altísimo, ¡salgan de allí, y vengan acá!
   Cuando los tres jóvenes salieron del horno,27 los sátrapas, prefectos, gobernadores y consejeros reales se arremolinaron en torno a ellos y vieron que el fuego no les había causado ningún daño, y que ni uno solo de sus cabellos se había chamuscado; es más, su ropa no estaba quemada ¡y ni siquiera olía a humo! 

Oh, milagro. Estos 3 jóvenes que no renunciaron a Dios se libraron del fuego. Sin embargo, los cientos que murieron a manos de los emperadores romanos antes de que el cristianismo se volviera la religión oficial ardieron bastante bien. Y obviamente, si a algún creyente hoy en día le decimos que si tanto cree en que Dios lo salvará si pone su mano en una vela, nos vamos a topar con una negativa o con una quemadura.


8 Entonces exclamó Nabucodonosor: «¡Alabado sea el Dios de estos jóvenes, que envió a su ángel y los salvó! Ellos confiaron en él y, desafiando la orden real, optaron por la muerte antes que honrar o adorar a otro dios que no fuera el suyo.29 Por tanto, yo decreto que se descuartice a cualquiera que hable en contra del Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, y que su casa sea reducida a cenizas, sin importar la nación a que pertenezca o la lengua que hable. ¡No hay otro dios que pueda salvar de esta manera!»
30 Después de eso el rey promovió a Sadrac, Mesac y Abednego a un alto puesto en la provincia de Babilonia. 

Y el rey Nabucodonosor se convirtió, los jóvenes fueron ascendidos y premiados, y sus acusadores castigados. Y colorín colorado...


Cuando leímos este pasaje, la obvia "lección" fue que Sadrac Mesac y Abdénago fueron tan fieles a Dios que este los salvó del fuego ardiente, y que esa es una actitud de debíamos imitar, que cuando las cosas vayan mal, que confiemos en Dios. Pero también se añade el que, si algo sale mal, no hay razón para dejar de creer en Dios. En otras palabras, Dios sale ganando sin importar lo que haya sucedido. Esto es lo que la religión busca, el hacer de la creencia en Dios y en su infinito amor y bondad, etc, etc, algo tan inamovible que el razonamiento le deje espacio dentro del actuar de las personas.

Si bien pienso que cada quien es libre de creer en la locura que desee, este tipo de pensamiento es bastante nocivo, pues Dios nunca va a bajar a decirnos qué hacer o no hacer, y solo podemos confiar en lo que sus ministros dicen de este. Y basta con que se dé una interpretación tendenciosa y parcializada para tener una legión de zombies sin razonamiento haciendo lo que el pastor de turno desee. Eso es pues la religión.

Ah, me olvidaba. No faltará quien diga que caminar sobre el fuego es posible. Claro, es posible, y Michael Shermer explica cómo





Sunday, September 11, 2011

A 10 años de ese 11 de Septiembre

Hace 10 años que vimos al fanatismo religioso materializarse de la peor manera posible. Más de 3000 vidas se extinguieron ese día y miles más gracias a las consecuencias del atentado terrorista del 11 de septiembre del 2001 en lo que tranquilamente se puede definir como un acto impulsado por la fe.



No faltarán quienes digan que la religión no es la causante de todos los males del mundo, y que aun sin esta habría bastante sufrimiento e injusticia. En parte puedo estar de acuerdo; sin embargo, es imposible negar que cuando se trata de realizar actos de odio impensables para cualquiera en sus cabales, alguien motivado por sus creencias es mucho más proclive a hacerlo.

Recuerdo que en una de las primeras clases de ciencias políticas que tomé, el profesor explicó algo sobre la diplomacia y la negociación, y es que esta consiste en darle al otro algo que pueda desear o necesitar. Pero este tipo de negociación solo sucede con aquellos con cierto aprecio por su vida y por lo que tienen. No sirve para aquellos que están dispuestos a morir, generalmente al estar convencidos de que luego de la muerte les espera algo mejor, sin importar que no puedan comprobarlo.



Por más políticamente incorrecto que suene, los musulmanes son campeones en hacer eso. Podemos quejarnos de los cristianos todo lo que queramos, pero difícilmente veremos uno en una misión suicida, mientras que al menos una vez al mes tenemos noticias de algún atentado suicida, generalmente contra Israel, el cual por cierto me es indiferente. Si se lo tiene merecido o no es un debate al cual no he entrado de lleno.

Es ese el objetivo de la religión; convencerte de que lo que hay en este mundo no se compara a lo que Dios te pueda dar en el próximo, siempre y cuando hagas lo que este quiere (siempre a través de sus ministros, claro está). Y por más que los creyentes centristas y liberales traten de negarlo, una vez que alguien se traga de lleno el cuento que le vendan, puede estar dispuesto a hacer cualquier cosa, siempre con una sonrisa en los labios y sabiendo que lo que hace es en honor a Dios.

Y es así como empiezan los atentados tipo 9/11. Puede que la religión no sea la causante de todos los males el mundo, pero trabaja excelentemente para convencer que Dios quiere que se haga tal o cual cosa.

A todo esto, además de las demostraciones de humanidad para con las víctimas del atentado, otro de los aspectos (quizás el más antipático) sea el espectáculo de los conspiranoicos predicando que todo es un plan de la CIA, guiado por los iluminatis y los reptilianos. Sin importar cuanto se demuestre una y otra vez la veracidad de los reportes que corroboran la versión oficial (la cual, según los adictos a la conspiranoia, siempre busca engañarnos), el atractivo de verse como una víctima es mucho más fuerte que el de la realidad.

Es interesante que en Latinoamérica la idea de que el atentado del 9/11 haya sido un trabajo interno está mucho más esparcida que en USA, donde creer algo así está al nivel de creer que Obama es kenyano, o que HAARP ocasiona desastres naturales, o que hay aliens en la base del area 51. En este caso, el ver a USA como un gigante malévolo que es la causa de todos los males en el mundo facilita mucho el predisponerse a pensar que todo es una conspiración de la CIA/los illuminatis/los reptilianos.

Michael Shermer, editor de la revista Skeptic hace un excelente recuento de las características de las conspiranoias. Y no se queda corto y califica a los conspiranoicos como una manada de mentirosos cuyo razonamiento, Shermer explica va mas o menos así:


Si no puedo explicar cada detalle de los eventos de aquel trágico 11 de septiembre del 2001, la falta de conocimiento, en su mente al menos, es igual a una prueba directa de que el 9/11 fue orquestrado por Bush, Cheney, Rumsfield y la CIA para implementar su plan para la dominación mundial y un Nuevo Orden Mundial.

Lo cual es muy parecido al argumento de ignorancia de los creacionistas: Si no se puede explicar algo, entonces eso es una prueba de que Dios lo hizo. En este caso, de que el gobierno de USA lo hizo.

Y tampoco faltan quienes, en su espíritu juvenil anarco-inmaduro, dicen con gran autosuficiencia que USA se merecía el ataque. Como si las personas que estaban ese día en lo que hoy es Ground Zero hubiesen sido culpables directos de todo lo que ha hecho USA como superpotencia.

En fin, este día va a servir para recordar a los que murieron hace 10 años, pero sería bueno recordar que este atentado y otros similares no serían posibles de no ser por las promesas de una vida mejor después de la muerte y los favores de un dios que al fin y al cabo, no existe.

Tuesday, September 6, 2011

Quotable Quote CVI

"The trouble with religious faith is that it encourages people from a young age to accept rather than challenge, ordering them to place blind trust in an authoritative teacher, parent or priest." 

"El problema con la fe religiosa es que aliente a la gente desde una temprana edad a aceptar en lugar de cuestionar, ordenándolos confiar ciegamente en la autoridad de un maestro, padre o sacerdote



Martin Robbins
"Que esté permitido a cada uno pensar como quiera; pero que nunca le esté permitido perjudicar por su manera de pensar" Barón D'Holbach
"Let everyone be permitted to think as he pleases; but never let him be permitted to injure others for their manner of thinking" Barón D'Holbach