Por supuesto no faltaron voces disidentes (especialmente por parte de la iglesia) que se negaban a pensar que pudiésemos ser una especie más de primates, prefiriendo creer que somos barro con un “soplo de vida”, lo cual no sería mayor sorpresa si es que tal rechazo a la realidad no durase hasta ahora, lo cual nos comprueba una vez más que la religión puede hacer que gente tal vez bien intencionada, se niegue a ver la realidad y siga viviendo en su mundo de fantasía.
En un niño puede verse gracioso, pero cuando ese niño representa
lo que millones piensan, ya no lo es. A menos que sea con este remix
lo que millones piensan, ya no lo es. A menos que sea con este remix
Hoy NPR (National Public Radio) publica una excelente columna sobre el agradecimiento que podemos sentir al ser primates, aunque a muchos creyentes no les guste la idea.
5. Comida: Lo que sea que vayamos a poner hoy en nuestra mesa, tengamos en cuenta que existe un equivalente dentro de la dieta de otros primates. Desde los monos sudamericanos que comen insectos t frutas, hasta los vegetarianos de Africa, pasando por los impulsos omnívoros que a veces se dan, el paladar de los primates es bastante diverso. Los monos y los simios son, eso sí, amantes de la comida cruda. Pero si a uno le gusta la comida cocinada, recordemos que el Homo Erectus que usó fuego para cocinar su comida hace 2 millones de años, era también un primate.
Yo prefiero un ceviche a mil pavos
4. Dedos: Ya sea que pases un plato de comida o se la quites del plato al primo antipático y te la metas rápidamente a la boca, haces uso de una adaptación única de los primates: la mano prensil. Los primates, al contrario de otros animales, consumen sus alimentos seleccionándolos y procesando los items deseados con sus dedos movibles (e incluso, con las herramientas que hayan creado). Y es que si nos damos cuenta, los gatos, los perros, los caballos, los elefantes, así sean muy inteligentes, siguen metiendo la cara (o la trompa) dentro de su comida. La forma primate de hacerlo es definitivamente mucho más elegante.
Desde...
Hasta...
3. Cultura: Quizás te gusten las cosas hechas de tal o cual modo; si las papas no están hechas de cierta forma, o las fresas de tal otra forma, entonces parece que algo anda mal. Esa es nuestra tendencia primate de continuar tradiciones. El ambiente forma un comportamiento hasta cierto punto en todas las especies, pero a veces es más importante “la forma en que se hacen las cosas”. Los chimpancés a veces coexisten con otros primates más pequeños, pero solo en Senegal usan lanzas para cazar dichos primates y sacarlos de sus guarida. La diferencia es cultural, depende de la costumbre. Los primates innovan así como imitan, pero las tradiciones importan bastante.
Esta es una danza propia de mi país y algo que considero muy parte de mi cultura
1. Felicidad: ¿Qué es lo más importante de ser un primate? La familia y los amigos importan, y las reuniones traen emoción, e incluso, felicidad. Desde las parejas que se hacen entre los marmosets, hasta las alianzas militares de los macacos o los gorilas, es mucho más que las frutas y flores lo que une a los individuos. Es nuestra herencia de profundos sentimientos dentro de un gran cerebro. Es algo que pertenece a nuestra mente y corazón humanos.
Estas son solo 5 razones para poder estar agradecidos de que pertenecemos a la familia de los primates. No somos perfectos, pero somos hoy por hoy lo mejor que hay. Y es que no somos ángeles caídos, sinó simios evolucionados.
Feliz día del orgullo primate.
P.S.: Otra de las ventajas de ser un primate es que, pues... You and me, baby, ain't nothing but mammals...
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