A estas alturas para nadie es desconocido que Einstein tuvo que dejar Europa debido a que los nazis lo habrían perseguido por ser de familia judía. Esto nos podría hacer pensar que Einstein era un judío hecho y derecho. El problema radica en parte en lo difícil que es realmente definir lo que es un judío y si Einstein era uno.
Llegó el bigotes |
Según el libro "Einstein de la "B" a la "Z" de John Stachel, el joven Einstein deseaba seguir una religión, a pesar de que su padre, de familia judío, se enorgullecía de que en su casa no se practicaran rituales judíos. Einstein asistió primero a una escuela católica y luego a una judía. Sin embargo, según lo relata él mismo en su autobiografía, perdió la creencia en las historias de la Biblia a la edad de 12 años debido a su lectura de revistas científicas.
¿Significa esto acaso que Einstein se convirtió en ateo? Tal vez eso sería lo que esto significara si es que el mismo Einstein no hubiera rechazado el término:
"Puedes llamarme un agnóstico, pero no comparto el espíritu militante del ateo profesional cuyo fervor es más que nada debido a un doloroso acto de liberación de las directivas religiosas que recibió en su juventud.
Más aun, Einstein afirmó que prefería no ser citado como una fuente de quienes no profesan una creencia en Dios.
En vista de la armonía que hay en el cosmos, la cual yo, en mi limitada mente humana puedo reconocer, aun hay gente que afirma que Dios no existe. Pero lo que realmente me molesta es que me citen para apoyar tales idea."
Con esto Einstein deja bastante en claro su poco aprecio por el ateísmo. Sin embargo, esto tampoco quiere decir que Einstein sea una persona religiosa:
No puedo imaginar a un dios que premia y castiga a sus creaciones, cuyos propósitos están basados en los nuestros. Un dios que no es sino, en pocas palabras, un reflejo de nuestras debilidades. Tampoco puedo creer que los individuos puedan sobrevivir luego de la destrucción de sus cuerpos, aunque almas débiles abrigan tales ideas gracias al miedo y a un ridídulo egoísmo.
En otras palabras, Einstein deja claro que no cree en un dios que premia y castiga, es decir, un dios que interactúa con sus creaciones. Tampoco cree en la vida después de la muerte, un concepto clave en el cristianismo, Islam, y otras religiones monoteístas. Y por si no fuera poco, tenemos a Einstein confirmándolo en una de sus cartas:
Es por supuesto una mentira lo que han escuchado sobre mis convicciones religiosas, una mentira que ha sido repetida sistemáticamente. Yo no creo en un dios personal y nunca he negado esto, sino que lo he hecho público. Si hay algo en mí que puede ser llamado religioso es la desencadenada admiración por la estructura del universo tal como la ciencia lo ha demostrado.
Einstein, recibiendo la ciudadanía estadounidense |
Tal vez la respuesta nos la haya dado él mismo y tan solo los agnósticos puedan decir "Einstein era uno de los nuestros", y despotricar así en contra de ateos y creyentes juntos. Pero aparentemente los agnósticos prefieren ocuparse en otras cosas.
A mi parecer Einstein prefería igualmente enfocarse en otras cosas sin tener que lidiar con las etiquetas y cargas que estas conllevan. Tal vez el dios en que Einstein creía no es aquel superhombre que todo lo ve y todo lo sabe y que al final nos juzgará por nuestras acciones, sino el conjunto de leyes que rigen el universo.
Aun así Einstein me cae bastante bien, pues el agnosticismo y el ateísmo no son incompatibles (lo cual está explicado aquí). Su rechazo por la superstición que conlleva creer en el Dios cristiano, musulmán o judío lo hace un excelente contribuyente al libre pensamiento y al racionalismo. Particularmente, eso me es suficiente para poder reconocer a alguien como una persona con la suficiente madurez para enforcarse en tareas más loables que la simple obediencia a una autoridad invisible. Sin embargo, debido a la admiración que puedo sentir por él y para respetar su deseo de no ser citado como apoyo para el ateísmo, me sentiría bastante mal haciendo exactamente eso. Si Einstein creyó en Dios, definitivamente no es el Dios que los ateos solemos refutar. Y si ese Dios de Einstein, el dios de Spinoza, fuese el que el mundo adorase, pienso que otro mundo sería posible.
Gracias por todo |
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