Acabo de recordar que hoy es la fiesta de San Juan Bosco. Ustedes dirán “¿Y? Practicamente todos los días es día de algún santo de los tantos que tiene la iglesia católica”
El asunto con San Juan Bosco (o simplemente Don Bosco) es algo más interesante. Durante 11 años asistí a un colegio religioso de la orden de los Salesianos, fundada por Don Bosco en el siglo XIX. Durante ese tiempo Don Bosco fue una presencia constante que se repetía casi a diario, tal vez tanto o más que las clásicas lecciones sobre Dios, la Virgen, Jesús, etc. Y es que Don Bosco era “nuestro” santo.
A los 9 años me hicieron leer y resumir un gordo libro sobre su vida, a manera de tarea de verano. Nunca lo revisaron y perdí incontables horas de mi preciado verano. Pero me quedó la idea de la historia del “santo de los jóvenes” (cosa que actualmente no deja de despertar suspicacias).
Don Bosco fue famoso debido a que se enfocó en recoger y ayudar niños de la calle para prevenir que corran peligro, enseñarles un oficio, y en general, que sea provechosos para la sociedad. Admito que es un ideal bastante loable, especialmente porque no creo que en la Italia de aquel tiempo haya habido algún tipo de ayuda para jóvenes desamparados.
Sin embargo, como es clásico en alguien que ha crecido con una educación bastante parcializada, nunca escuché ninguna crítica hacia Don Bosco. En aquel tiempo no había Wikipedia y el acceso a internet no fue mas o menos libre sino hasta mi último año.
Me gustaba la vida del joven Juan Bosco, quien hizo lo indecible para poder estudiar y superarse. También la del sacerdote que se enfrentó a tanto para poder darle lo mejor a sus niños. Pero por supuesto, no todo es flores. Don Bosco se oponía a los ideales de la revolución francesa, así como a Rousseau y Voltaire por liderar una ideología escéptica. Como férreo creyente, igualmente, Don Bosco apoyaba una política se reconociera la autoridad suprema del Papa. En realidad, qué tontería.
Aun así, me resulta un tanto extraño criticar a San Juan Bosco por todo esto. Hoy en da no tendría reparo en darle con todo a cualquiera que pretenda poner al Papa en un escalafón supremo, o que desprecie una ideología escéptica y favorezca la ciega creencia de un ser sobrenatural.
Todo esto me lleva a concluir que, si para mí es un tanto extraño hacer esto, imagínense qué jodido ha de ser para tantos otros el quitarse de encima el adoctrinamiento que nos hacen las escuelas religiosas. Qué difícil ha de ser el quitarse ese cerrojo de la razón para seguir manteniendo las cómodas y felices ideas que nos transmitieron de pequeños.
Ese es un motivo más para no dejar de decir lo que pensamos con respecto a lo nocivo de la religión.
La justificación más común de esto es decir que "apóstoles" como Juan Bosco, la madre Teresa y tantos otros, son "devotos sinceros" engañados y utilizados por la cúpula del clero. Por cierto recomendaría un vistazo a este documental: http://maynardvalpo.wordpress.com/2011/02/01/la-no-tan-santa-madre-teresa-de-calcuta-documental/
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