Algunos padres merecen respeto, la mayoría no. – George Carlin
Puede que haya elegido el peor día para decir esto, pero eso no lo hace menos real. El hecho de que una persona haya tenido un hijo o hija no es de ninguna forma un factor determinante a la hora de obtener respeto. Veamos qué tan bien criado está esa criatura y entonces recién podemos hablar de respeto.
Un ejemplo:
Madre ofendida ante la presencia de grupo ateo en Larkin High School
Al menos un padre de familia se ofendió cuando un grupo de estudiantes puso una mesa en la cafetería de Larkin High School para hablar de ateísmo.
Pero la madre dijo que habían ido demasiado lejos “Están aquí para hablar de ateísmo” dijo Shavon Stanback de Elgin. “Eso es totalmente inaceptable para mí”. Añadió que “Soy una mujer cristiana. Creo en Dios. Creo en el cielo y en el infierno”
Esta mujer cree que está haciendo lo correcto. Dice que cree en Dios, y bueno, esa es su elección. El problema viene cuando debido a esa creencia, cree que cualquiera que no comparta su opinión no debe tener la misma oportunidad de decirlo abiertamente que alguien que sí lo hace. Si las autoridades de la escuela, o peor aun, las autoridades del gobierno actuaran de la misma forma, tendríamos una autocracia (o mejor dicho, teocracia) tremenda. Pero ella no es autoridad del gobierno o de la escuela. Es una madre, con la tarea de criar un niño al que muy seguramente le está metiendo las mismas insensateces y la misma intolerancia.
Esa es una madre que ciertamente no merece respeto.
Este caso es de la semana que acaba de pasar. Si me voy más atrás puedo encontrar varios casos de madres que han dejado morir a sus hijos porque prefirieron rezar en lugar de llevarlos a un médico.
Otro ejemplo?
Pero esto no es solo sobre religión, sino sobre la idea de que los padres (en el caso de hoy, madres) merecen reconocimiento por haber abierto la piernas, traído un niño al mundo y evitar que se muera de hambre.
Había un video peor, pero no lo pude entontrar
En fin. Con todo esto no quiero decir que no agasajen a sus madres. Al contrario, si esta no es una loca religiosa e intolerante, o alguien que no tiene idea de la forma de la Tierra, o una sádica obsesionada con la belleza, vayan y díganle “te quiero mamá”. Y si no, ni modo, háganlo igualmente porque no mucha gente lo hará.