¿Por qué los ateos nos reímos de los religiosos? II

La hilarante saga continúa.

Por cierto, si tienen la habilidad para conectarse a Facebook, tener un blog o usar cualquier otra red social, se da por entendido que se tomarán el tiempo para investigar las opciones de privacidad de sus cuentas. Ojo con eso.




Aquí viene un copy/paste más largo que pedo de culebra, y encima, el tal Alberto ni se preocupa en quitarle los espacios, demostrando perfectamente cuan buen creyente es, copiando y pegando, repitiendo de paporreta lo que le dicen.



Noten que el tal Omar dice que todo eso "sería maravilloso". También sería maravilloso si hubiese un viejo barbón que me trajera regalos en navidad, pero no porque sea maravilloso significa que sea cierto.



No sé ustedes, pero me exaspera un poco la manía del musulmán de ponerle "la paz sea con fulano", como si eso fuese a cambiar el significado de lo que dice. Siempre me parece que este tipo de zalamerías no hacen más que tratar de distraer al otro del verdadero argumento que se trata de hacer, de tal forma que se piense "ay, qué lindo habla, no le daré la contra".

Por cierto, sí, los talibanes son musulmanes, igual que los cruzados, los de la WBC, los que matan doctores que hacen abortos, etc.



Victor da en el clavo. "Cualquiera puede denominarse musulman", incluso los que juran que el islam es bonito, amable y racional. Pero nada de eso asegura que esa sea la verdadera esencia del Islam o de cualquier otra creencia. Los talibanes pueden decir igualmente que estos musulmanes pacíficos no son verdaderos musulmanes, entonces, en qué quedamos? Lo único que resolvería el asunto es que Allah baje a decirnos lo que quiere. Y eso no va a pasar.



Hay que reconocer que el musulmán tiene mejores argumentos que los cristianos, pero sigue viviendo en su nube.



Es gracioso como Alberto y tantos otros cristianos creen que pueden amenazarnos con que en el juicio final algo malo nos va a pasar.

En fin, ya la conversa no creo que siga, pero fue entretenido mientras duró.