Hoy, 30 de Agosto, se celebra en el Perú (y en varios otros países) la fiesta de Santa Rosa de Lima. Recuerdo que hace 10 años estaba en el santuario de Santa Rosa, junto con todo mi colegio, para atender a la misa en su honor. Lo que no recuerdo es que si estaba a gusto de estar allí, o si al igual que la mayoría de mis compañeros, esperaba que la misa se acabara rápido.
Ese es uno de los recuerdos que tengo sobre Santa Rosa., el ir al santuario de esta cada año. Otro recuerdo es el de una monja vieja cantando una canción en su honor con voz chillona cuando estaba en primaria.
Como verán, desde niños se nos enseña a reverenciar a los santos. No es de sorprender el que algunos adultos sigan adorando estas figuras. Y creo que parte de esa fascinación que teníamos con los santos, al menos de niños, son los milagros que supuestamente hicieron.
Uno de los milagros que se le atribuyen a Santa Rosa es el orar para que le corsario holandés George Spilbergen no atacase Lima. Bueno, gracias a El Utero de Marita y Amautacuna de la Historia, ese “milagro” ha sido aclarado.
Cuando el corsario Spilbergen, que profesaba el calvinismo, llegó al Callao en todo Lima se esparció el rumor de que sus hombre entrarían al Convento de Santo Domingo para profanar el Sacramento del Altar. Al oírlo la santa limeña corrió hasta el templo y "subió al altar para escudar la eucaristia con su propio cuerpo", dispuesta a morir en su defensa. Al mismo tiempo le suplicó a la Virgen del Rosario que protegiera la ciudad.
Siendo un corsario, estoy seguro que Silpbergen tenía mejores cosas que hacer que ir a meterse a una iglesia a a profanar lo que sea que haya allí. Tal vez sus hombres habrían querido pasar un buen rato con la muchacha de 29 años que quería dar su vida, pero no me consta. Después de todo, no eran piratas propiamente dichos.
Curiosamente, Spilbergen no desembarcó en el Callao ni atacó Lima; enrumbó a Paita y Acapulco, luego a las Molucas para nunca regresar. Los limeños le atribuyeron su salvación a Santa Rosa de Lima, y hasta hoy muchos recuerdan el episodio como uno de sus principales milagros.
Sin embargo, revisando algunos libros encontré algunos datos que nos permiten entender mejor el por qué se salvó Lima aquel martes 21 de julio de 1615:
- En el Combate de Cerro Azul Spilbergen perdió un barco y las otras cinco quedaron muy maltrechas.
- En el mismo combate, el corsario holandés perdió a la cuarta parte de sus hombres.
- Cuando Spilbergen llegó al Callao y ordenó el desembarco sus lanchas fueron bombardeadas por un cañón que protegía el puerto.
- Spilbergen solo contaba con 300 hombres, y no se sintió suficientemente fuerte para continuar el ataque.
FUENTES:
- ÁLVAREZ, Guillermo. Santa Rosa de Lima. Convento de Santo Domingo.
- ESPINAR, Óscar. Piratas y tesoros en la costa del Perú 1578 - 1822. Editorial San Marcos.
- RODRÍGUEZ, Pedro. Santa Rosa de Lima. Editorial Universitaria.
- SÁNCHEZ-Concha, Rafael. Santos y Santidad en el Perú Virreinal. Ediciones Vida y Espiritualidad.
EN OTRAS PALABRAS, Lima NO FUE SALVADA debido a las oraciones de Santa Rosa (como si las oraciones alguna vez diesen resultado), sino debido a una serie de razones en particular.
En cierta forma es comprensible que la gente ore cuando no tiene ninguna otra opción y toda oportunidad está perdida. Pero esas oraciones no cambiarán nada. Tus seres queridos podrán estarse muriendo y puedes juntar a todo el pueblo para orar, pero eso tampoco va a funcionar. Lo siento, así es la milanesa. Santa Rosa puede haber orado todo lo que le haya dado la gana, pero no merece ningún crédito por la salvación de Lima.
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