La inquisición fue uno de los períodos más oscuros del cristianismo, y si bien la mayoría de esto ocurrió en Europa, los jóvenes Estados Unidos no fueron inmunes a esta locura religiosa. Uno de los episodios más prominentes fueron los juicios de Salem, los cuales fueron adaptados para el cine en "The Crucible" o "Las Brujas de Salem"
En Salem, Massachusetts, un grupo de chicas y una esclava de Barbados bailan alrededor de una fogata en lo que parece ser un rito pagano. Abigail (interpretada por Winona Ryder) bebe la sangre de una gallina mientras desea que la esposa de John Proctor muera. Uno de los hombres del pueblo las ve y las chicas escapan, pero una de ellas se desmaya. Al regresar al pueblo, la chica no despierta y el resto empieza a ser interrogada sobre lo que pasó. Entre los que acuden a la casa de la chica enferma se encuentra John Proctor, quien había tenido un affair con Abigail.
Algunos de los hombres piensan que las chicas solo están simulando estar enfermas, pero otros, incluyendo el reverendo, creen que están poseídas. Las chicas acusan a la esclava de trabajar con el demonio y escapan el castigo.
Dándose cuenta de lo fácil que es acusar a alguien de brujería, las chicas empiezan a acusar a otras mujeres en el pueblo, entre ellas a la esposa de John. Las acusadas son arrestadas, pero la sirviente de John, quien también había estado entre las que habían simulado no despertar, es instada a declarar que todo era una mentira. Ante la posibilidad de ser acusadas de mentir al jurado, las chicas acusan a la sirvienta de John de ponerles un hechizo. John entonces confiesa el haber tenido un affair con Abigail y es por eso que ella quiere deshacerse de su esposa.
El jurado le pregunta a la esposa de John si eso es cierto, pero esta lo niega, tratando de defenderlo. Más aun, la sirvienta de John lo acusa de trabajar con el demonio, por lo que John y su esposa son entonces encarcelados y sentenciados a morir.
Abigail trata de escapar, pero antes le pide a John que vaya con ella. John se niega. En la víspera de su ejecución, el juez le ofrece a John el declararse culpable y evitar la pena de muerte, pero John elige morir y conservar su nombre limpio.
Lo más saltante y obvio de esta película es lo fácil que gente que se supone inteligente, bajo el influjo de la religión, puede creerse cualquier cosa y, lo que es peor, dañar a inocentes sin más prueba que sus propios prejuicios. Más aun, este fanatismo puede ser fácilmente manipulado incluso por unas chiquillas para escapar de un castigo.
La presencia del ritual pagano también saca a la luz algunas preguntas, como lo poco dispuestos que estaban los habitantes de Salem a tolerar otras expresiones religiosas. Ojalá pudiera decir que eso fue en aquella época, pero aun hoy vemos bastantes actitudes de ese tipo entre aquellos que se dicen devotos del Señor.
Si les gustan las películas con un contexto histórico, no duden en conseguir esta. Y más aun, pueden buscar el libro original e investigar la historia de Salem. Material hay bastante.
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