La popularidad de Santa Rosa puede verse hoy en día en la cantidad de personas que acuden a su santuario y especialmente en quienes dejan sus pedidos en un pozo dentro de este, el cual funciona del mismo modo que la fuente de los deseos de El Chavo del Ocho.
Lo gracioso de ese capítulo es que tanto el Chavo como Quico (y hasta doña Florinda, creo) son tan brutos como para creer que la fuente concede deseos y las monedas se lanzan por si acaso. Y la que se beneficia al final es la Chilindrina, quien recoje las monedas.
Con Santa Rosa pasa algo parecido. La iglesia católica toma el papel de Chilindrina que se beneficia de la credulidad de quienes la rodean y le lanzan cartas, las cuales representan no solo el borreguismo, sino el ánimo de hacer algo tan futil como el lanzar cartas (o monedas, o cualquier cosa) a un pozo con la esperanza de que algo cambie en el mundo.
El asunto es que no pasa nada. Así como ninguno de los amigos del Chavo obtuvo su deseo por intrvención de la fuente, ninguna de las cartas a Santa Rosa, ni de las oraciones hechas hacia esta o hacia cualquier santo, harán efecto alguno en el mundo real. El efecto placebo quizás pueda obrar maravillas en quienes están convencidos que algo bueno les pasará, pero de eso justamente se trata el placebo. ¿Y las oraciones? ¿Y las cartas? ¿Y las monedas? No son más que acciones que refuerzan la conducta inculcada usualmente desde niños.
Enseñarle esta devoción a los niños es importante, pues en una edad en que se es crédulo y fantasioso por naturaleza el mito de que Santa Rosa, o cualquier divinidad, existe y escucha lo que uno le pide, ya sea a través de una oración o en este caso, una carta, es mucho más fácil. Y es este tipo de pensamiento, el confiar en divinidades inexistentes, el que provoca cosas como estas:
Niña de 10 años se suicida tras ver “La Rosa de Guadalupe”
Una pequeña de tan solo 10 años de edad decidió suicidarse esperando que la virgen de Guadalupe le hiciera el "milagro" de revivirla y de reunir nuevamente a su familia, tal y como lo había visto en un capítulo del programa "La Rosa de Guadalupe", que transmite Televisa.
El capítulo que sirvió de “inspiración” a la pequeña Itzel Elvira, muestra a una niña que vive con su madre y al enfrentar la separación de sus padres, y sentirse abandonada decide intentar suicidarse, para llamar la atención de su familia. Sin embargo, en el capítulo mencionado, la virgen aparece, revive a la niña y sus padres deciden darse una nueva oportunidad y vivir juntos de nueva cuenta.
Obviamente, la Virgen nunca se apareció. Ya sea porque no existe o porque le interesa un pepino lo que suceda aquí abajo. Lo mismo con Santa Rosita
A estas alturas, y como quien quiere ponerse al día con la tecnología y con la forma en que la gente se comunica, si no pudiste ir al santuario y dejar tu cartita junto a la muchedumbre, puedes hacerlo via Facebook.
La cereza a la torta la puso, a mi parecer, el poner a Santa Rosa en el billete de 200 soles, como quien afianza en la gente su adoración. Al final, pareciera que el estado se unió a la iglesia en hacer tonta a la gente.
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