Este año, gracias al blog de Rocío Silva Santisteban, aprendemos el cómo esta simple chica llega a la fama de la mano de la inefable iglesia católica.
Hace algunos años Jorge Rivero llevo a cabo una mesa redonda en la revista Somos con algunos psicoanalistas para diagnosticar a Santa Rosa de Lima. Creo que fue una mesa interesante, porque al margen de algunas ideas-fuerza que siguen pensando en su conducta como la de una masoquista, se pudo intentar entender ciertas búsquedas aunque sin dejar de lado ese halo de “patología” más que de santidad.
Obvio, y es que hay que ser de no muchas luces para pensar que el creer que alguien conversa con el niño Jesús y se azota continuamente, o se pone alambres en el cuerpo tiene una buena salud mental.
Luis Millones también tiene varios artículos sobre la importancia del pasaje por Quives de Santa Rosa para aprender los usos de las yerbas de la población indígena.
Interesante y muy loable, el hacer uso de los remedios indígenas para curar enfermos, lo cual con el tiempo y propaganda se convierte en "milagro". Esto la pinta como una buena persona, cosa que en ningún momento yo haya negado.
Por otro lado, Eduardo Adrianzén escribió la obra de teatro Espinas basada precisamente en Santa Rosa y sus compañeras de menesteres en esa época. Las otras “iluminadas” como ella no dependían de jerarquía eclesial alguna, sino directamente, de sus confesores. Esta es la razón por la cual algunas terminaron en la Inquisición y no solo no fueron “santas” sino que incluso fueron consideradas herejes. Santa Rosa tenía como confesor a un dominico, y los dominicos, no lo olvidemos, eran los administradores de la Inquisición limeña. Ella se presentó al Tribunal y fue absuelta.
En otras palabras, Santa Rosita tenía "vara" y no acabó como sus compañeras, acusadas de herejes por la inquisición. Y como era "de la manchita", si no se iba a acusar, bien podía usarse como propaganda. La santidad y los milagros calaron hondo en la cucufata sociedad limeña, a la vez orgullosa de tener una santa propia. Por supuesto, la inefable iglesia católica andaba feliz con el asunto, pues no parece haberse molestado en desmentir las afirmaciones milagrosas. Y claro, la fama de Santa Rosita aun sigue usándose hoy, a cual forma más ridícula.
Santa Rosa de Lima recibirá intenciones por correo electrónico
El Arzobispado de Lima ha lanzado un "buzón virtual" para que los devotos de Santa Rosa de Lima de todo el mundo puedan dirigir sus peticiones a la Patrona de las Américas con motivo de su fiesta.
En la dirección grupo_santarosa@hotmail.com , el Arzobispado recibe los pedidos de aquellos que no pueden llegar a su santuario del centro de Lima y se compromete a depositar estos mensajes en el llamado Pozo de los Deseos, donde cada año miles de personas dejan sus intenciones a la santa limeña.
El título nomás ya es un chiste. Nos hace pensar que...
Imágenes gracias a Alvaro Portales
Sí pues, algo así. Y de ahí el desesperado intento del arzobispado por involucrar a las nuevas generaciones con la costumbre lanzar cartas a un pozo, las cuales definitivamente no van a ser leidas por nadie, ni mucho menos contestadas. Así es la cosa. Es un rito, tal vez bonito para los chiquillos, al igual que dejar el diente en un hueco para que el ratón deje plato, pero un rito insensato, al fin y al cabo.
Obviamente, a ningún creyente le va a hacer gracia que se pongan en duda sus adoradas fantasías. En el post de Facebook del artícula de Rocío Silva Santisteban eso se hizo evidente y tuvimos esta interesante discusión:
Pues eso. A seguir fregando.
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