Al rincón quita calzón! Las iras ensotanadas y el niño terrible

Celia Cruz tenía razón. La vida es un carnaval. Especialmente si uno vive en Perú durante los meses previos a las elecciones presidenciales, las cuales suelen traer canciones, bailes, promesas, propagandas, dignas del mejor programa cómico que uno pueda imaginarse. Así somos pues.

Estas elecciones 2011 traen un plus. Jaime Bayly, se está postulando a la presidencia. What. The. Fuck.

Aunque ni tanto. Jaime Bayly es un as del entretenimiento. Es agudo, inteligente, gracioso, y cuando quiere, ácido y crítico. Ah, y deshinibido, con lo que a la sociedad peruana le gusta el morbo, Bayly no escatima mencionar su bisexualidad cada que puede. Es simplemente genial. Y es justamente por eso que es iluso tomarse su candidatura en serio.

Como dije anteriormente, las elecciones peruanas pueden llegar a ser recontra ridículas. Pero esta vez viene Bayly a decir "mi payasada va a ser la mejor payasada".


Y en esa misma onda, Bayly se animó a dar un plan de gobierno, el cual incluye...

TRATO IGUAL PARA CREDOS. Yo sé que la mayoría de los peruanos son católicos, pero yo soy agnóstico y creo que la Iglesia Católica ha hecho un daño incalculable a la causa de la libertad. Creo que es injusto que el Estado peruano otorgue subvenciones económicas y exoneraciones tributarias a esa religión, en abierta discriminación a otras confesiones religiosas. Yo quiero que el Estado peruano sea laico y no confesional, quiero que el dinero de todos los contribuyentes (católicos o de otras religiones o de ninguna) no se use para privilegiar a una confesión religiosa en desmedro de las demás. Creo en la libertad de cultos y en que todas las iglesias deben autofinanciarse y en que el Estado no debe darle dinero a ninguna religión.

Bayly es todo lo payaso que uno quiera, pero esas palabras cuentan con una lógica impresionante. Y es que ¿en donde estamos? ¿En Iran, o en algún país musulmán donde los líderes religiosos hacen lo que les da la gana? La idea de que las distintas religiones y denominaciones tengan los mismos derechos y beneficios, al igual que las personas, sin importar sus diferencias, es excelente.

Por supuesto, a los curas católicos no les hizo gracia la posibilidad de que se les quite la teta de la que han estado mamando tanto tiempo:

“Voy a ser muy claro. Yo, con Jaime Bayly, nada. Lo he visto besándose en la boca con otro hombre, haciendo gala de eso, y midiéndoles el pecho a las mujeres. Con ese hombre, nada. No tiene principios morales. ¿Qué cosa va a transmitir a la juventud? Cada vez se ha ido deteriorando más su imagen. Cree que al hacer chistes puede permitirse cualquier grosería, cualquier inmoralidad”

Bambarén no me cae mal, pero en este caso tuvo una pésima reacción. Bayly no está (dizque) postulándose para cura, como para que su homosexualidad sea una traba. Si Bambarén quiere fiscalizar a sus curas, chévere. Pero que no se meta en asuntos de estado. En segundo lugar, el que Bayly no tenga los mismos principios morales que Bambarén (o sus fósiles ensotanados) no quiere decir que no tenga principios morales. Bayly expresa bastante claro lo ideal que es el que exista igualdad entre denominaciones religiosas, así como entre personas de distintas opciones sexuales (idea que la iglesia católica aun no logra asimilar). Y de entre los candidatos, Bayly es uno de los más aptos a dar un ejemplo de inclusión para todos y pensamiento crítico, cosas que aparentemente a la iglesia católica no le hacen mucha gracia.

Pero la mejor joyita católica viene por parte de monseñor Miguel Cabrejos

la asignación es una forma de compensar a la Iglesia que, por ejemplo, en la lucha por la independencia y la Guerra del Pacífico, entregó objetos de gran valor para apoyar económicamente al Perú. “La Iglesia tiene más de 2,000 años y, en el Perú, es indudable su participación en la formación histórica, cultural y moral”, puntualizaron tras negar que el apoyo que reciben sea discriminatorio.

En otras palabras, porque la iglesia católica hizo algo por el Perú durante la guerra del Pacífico, esta nos tiene agarrados del cuello con una deuda que no tiene visos de pagarse. Qué tal concha para justificar el seguir agarrado a la mamadera. Y no es una cantidad pequeña. Según reporta Perú21:

La Iglesia Católica en el Perú goza de una serie de beneficios y exoneraciones tributarias, que se sustentan en el acuerdo suscrito con el Estado en julio de 1980. Una muestra de eso es la asignación anual prevista en el presupuesto general. Este monto se destina al pago de la jerarquía eclesiástica, incluyendo a los obispos castrenses. Por ejemplo, el cardenal recibe un poco más de S/.1,300 mensuales y un obispo unos S/.690.

Además, las sociedades o instituciones religiosas (conventos, monasterios, seminarios, órdenes y congregaciones) están exentas del Impuesto a la Renta.

De igual forma, la Iglesia Católica no paga IGV a la importación de bienes donados, ni por la compra de pasajes internacionales para sus agentes pastorales.

¿Qué rico, no? Y eso sin contar con la posibilidad de meter la cuchara en asuntos de salubridad pública, llámese planificación familiar, educación sexual, eutanasia y demás etc. Obviamente la iglesia católica va a lloriquear ante el planteamiento de Bayly, pues propone quitarle el estatus que por tanto tiempo ha gozado. Pero ya no estamos en la edad media pues.

Esa propuesta de igualdad es una buena propuesta. El vivir en una sociedad en que cada grupo tenga iguales derechos y deberes debería ser un ideal reconocido y respetado tanto por quienes aspiran a un cargo que representa a toda esta sociedad, como por la sociedad en sí. Solo de esta forma se asegura el que los derechos de otro grupo, no importa que no sea el propio, puedan ser vulnerados, o, en este caso, el que un grupo tenga preferencias encima de otros. Irónico que Bayly sea el único con los suficientes huevos para proponerla. Por supuesto, esto no cambia mi idea sobre él como candidato. Ojalá algún candidato serio se animase a proponer algo así a riesgo de ganarse un pleito con los curas y la cucufatada peruana. Pero hasta entonces, sigamos disfrutando del carnaval.



Ah, sí. Cipriani no ha dicho nada sobre el asunto. Pero tampoco creo que esté muy feliz con la propuesta de Bayly.

Otro blog chévere sobre el asunto: Conchudos vía Oscar Soto.