"Pedimos insistentemente perdón a Dios y a las personas afectadas" por los abusos a menores cometidos por religiosos, ha afirmado el Papa, "y queremos prometerles que haremos todo lo posible para que un abuso como ese no suceda nunca más".
Ok, hasta ahí, vamos más o menos bien. Hubiese sido excelente el que afirmase que se están lanzando investigaciones y al primero que se le compruebe un delito o el encubrimiento de este (incluyendo al mismo Papa) se va a la carcel. Pero bueno.
Benedicto XVI ha dedicado gran parte de la homilía al tema de la pederastia clerical. Ha afirmado que no es casualidad que el escándalo haya estallado precisamente durante la celebración del Año Sacerdotal.
¿Ah no? Bueno, hay que agradecer a las víctimas que salieron a denunciar tales abusos y a los medios que los difundieron. De otra forma hubiese sido todo muy cómodo y agradable para la santa iglesia catílica, por supuesto, muy a pesar de las víctimas que fueron y que vendrían.
"Era de esperar que al 'enemigo' no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; él hubiera preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo", ha dicho. "Así ha ocurrido que, precisamente en este año de alegría por el sacramento del sacerdocio, han salido a la luz los pecados de los sacerdotes, sobre todo el abuso a los pequeños, en el cual el sacerdocio, que lleva a cabo la solicitud de Dios por el bien del hombre, se convierte en lo contrario".
¿O sea, es obra del Diablo? ¿O sea, el Diablo fue llamó a los distintos medios a acusar a tales o cuales curas de violar niños? ¿Este tipo es imbécil o qué? Los casos de abusos que se han reportado han tenido lugar durante décadas, y si este año reventó el chupo, bien pudo haber reventado el año pasado o el próximo. Pero no, Ratzinger cree que esto se hizo para serrucharle el piso a su año sacerdotal. Qué estupidez.
Con este tipo de declaraciones, con esa actitud de "perdonen, pero la verdad la culpa la tiene fulano" no es de extrañar que la Iglesia Católica esté sufriendo una crisis de credibilidad muy bien merecida. Se nos ha acostumbrado a escuchar a los sacerdotes conminarnos a ser humildes, a pedir perdón, a reconocer nuestras culpas, pero el Papa y quienes se cuentan bajo su mandato son los últimos en hacer lo que predican. Esa se llama cinismo, no tener sangre en la cara, conchudez.
Ratzinger se queja de que "el enemigo quiere ver a Dios arrojado del mundo", sin darse cuenta de que sus propios sacerdotes estan arrojando a Dios del mundo (en sentido figurado, claro está, porque "Dios" habita tanto el mundo como lo hacen Thor, Zeus y Viracocha"). ¿Desean ver a "Dios" en el mundo? Empezar por casa, a admitir culpas, a saber pedir perdón y a ser consecuentes con lo que se predica. Si Jesucristo pudo lavarle los pies a sus apóstoles, ¿por qué su sucesor no puede pedir perdón como es debido?
Ah, antes que se me olvide y porque al buscar "Ratzinger" en el Google me aparecieron varias referencias a los nazis. Ratzinger NO fue un nazi. ¿Crees que sí? Entonces vas por el camino de los desinformados.
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