Feliz Día Internacional de la Blasfemia

Sí, hoy fue el Día Internacional de la Blasfemia.

¿Qué significa esto? En primer lugar, no es simplemente para fastidiar a los creyentes solo porque sí. Es para recordarnos que nada está fuera de los límites del criticismo, ya que de ser así, tranquilamente tendríamos “crímenes de pensamiento” al dudar de las creencias a las que muchos se aferran fervientemente.

¿Cómo nació esta iniciativa? Un día como hoy en el 2005, un periódico danés publicó una caricatura de Mahoma, la cual enfadó a varios musulmanes alrededor del mundo. El disgusto puede ser entendible, ya que para los musulmanes el graficar al profeta Mahoma es una gran ofensa. El problema es cuando se trata de hacer este concepto valedero para todo el mundo. Y se pone peor cuando ese disgusto viene con destrucción. Ciertamente, los adultos racionales no destruyen cosas cuando se molestan.

Pero esta idea no es solo para enfocarse en dichas caricaturas y el derecho de los periódicos de publicarlos. El motivo es esparcir la idea de que todo puede ser cuestionado con un buen argumento. Los políticos son cuestionados, los directores de cine y sus obras son criticadas y las políticas de un país son discutidas. De la misma forma deben serlo las creencias religiosas que afectan a terceros. La idea detrás de la caricatura fue mostrar la relación que existe entre Islam y violencia, lo cual fue probado por el comportamiento de los seguidores de Mahoma. El cristianismo también tiene su parte en cuanto a intolerancia a la crítica, como lo demuestra la propuesta irlandesa de hacer una ley en contra de la blasfemia, la cual podría castigar con una multa a todo aquel que ose reírse o siquiera cuestionar tales creencias. Incluso la comedia podría ser prohibida bajo tales leyes, pues le daría poder a los religiosos para sentirse ofendidos por lo que les diera la gana.

Es así que en honor a la libertad para cuestionar y reírnos de creencias insensatas, les dejo un par de videos, los cuales si bien son graciosos, dejan una idea bastante interesante.



Steve Carrell y Stephen Colvert nos muestran el por qué los no creyentes nos reímos de la forma en que muchos viven su fe y creen estar en lo correcto mientras que el resto que cree en otra cosa no. No se trata de una teoría científica que pueda ser discutida racionalmente o un gusto en particular, sino simplemente de un “mi amigo imaginario es mejor que el tuyo.



George Carlin, diciendo las verdades sobre las religiones. Si dios existe, debe estarse arrastrando de risa al escuchar a Carlin quien, sentado a su derecha, le cuenta los disparates que hacen sus creyentes aquí abajo.