Secuestrando un avión en Su nombre

Hoy el mundo recuerda el secuestro de los aviones que destruyeron el WTC. Más de 3000 personas murieron debido a la santa misión que los secuestradores llevaban a cabo para complacer a su dios.

Bueno, 8 años después, otro secuestrador que contaba con el apoyo de su dios levó a cabo sus planes. La diferencia con el trágico incidente de hace 8 años es que este es totalmente ridículo.

El autor de la fechoría era un pastor boliviano, llamado José Flores Pereira, de 44 años de edad, que ya estuvo encarcelado en su país de origen por atraco a mano armada y que al parecer es tan aficionado a la mística como al alcohol y las drogas. Según contó a la policía, la idea del secuestro no fue enteramente suya, sino que vino por una revelación divina. El más allá le había informado de que un terremoto se avecinaba y quería informar personalmente al presidente de la República. También, según explicó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, el secuestrador tuvo en cuenta la fecha. El 9 de septiembre de 2009. O sea, 9-9-9, que puestos al revés se convierten en 666, el día del diablo....

Básicamente este tipo le quería avisar a Calderón, el presidente de México, que un gran terremoto se avecinaba. Y para eso le dijo a la aeromoza que tenía una bomba, la cual era en realidad una lata de Jumex. Pocos pasajeros se dieron cuenta. No hubo armas, ni cuchillos ni gritos, solo una lata de Jumex.

Pero la mejor parte es esta: Cuando la aeromoza le preguntó si estaba solo, este dijo que tenía tres cómplices: "El padre, el hijo y el espíritu santo."

¿Está loco este tipo? Me tienta el decir que sí. Pero esperen, él estaba actuando debido a que dios le dijo que lo hiciera, tal como muchos otros creyentes. Tal vez estos no actuarían de forma tan extrema como el secuestrar un avión, pero aun así sus actos son considerados como “guiados por dios”.

¿Un ejemplo? Iraq

De acuerdo a Bush y a Palin, la invasión de los Estados Unidos a Iraq fue ordenada por dios. Y estos son gente conocida y respetada; existen muchos más, menos conocidos, quienes atribuyen sus acciones a lo que creen que dios les dice.

Muchas veces creyentes me han dicho que “escuche a la voz de dios, pero que escuche con un corazón abierto.” Me pregunto si ellos harán lo mismo y si lo que oyen (o creen oír) es tomado con tanta seriedad como lo hizo José.

Los secuestradores musulmanes lo hicieron así.

Yo, al igual que John Lennon, me gusta imaginarme.