Algo que muchas veces se le ocurre al no creyente que escucha tal cosa, es que los creyentes lo dicen como si fuera un insulto, como si el tener una religión fuese algo malo. Bueno, no lo tomen así, lo que en realidad buscan es llamarnos “hipócritas” por criticar sus creencias mientras, supuestamente, nosotros tenemos las nuestras. Por supuesto, el creyente que hace tal cosa no puede entender que, por definición, el ateísmo no puede ser una religión.
Muchas se han dicho sobre el asunto, tales como la frase del título. El Friendly Atheist incluso le dedic un post, pidiendo a sus lectores que dejen ejemplos como ese, lamentablemente no lo puedo encontrar. Lo que también hizo fue dejar el video esta semidiosa del Youtube, ZOMGitsCriss. Veanlo ustedes mismos.
Ok, ahora véanlo de nuevo, porque es tan, pero tan hermosa que seguramente no prestaron atención a lo que dijo por verla bailar.
Cristina (su nombre real) le responde al tipo religioso que “no puede ser convencido” de que el ateísmo no es una religión. Cristina refuta todos y cada uno de sus puntos.
Lo que yo quiero hacer es algo un tanto distinto. Toda religión tiene ciertos elementos, o dimensiones, que son comunes para toda creencia. Ya había escrito sobre esto anteriormente (aunque no en español, mis disculpas) y había estado pensando en compararlas con el ateísmo, para ver si califica. Veamos entonces.
1. Ritual: Cada religión tiene rituales que deben ser obedecidos. Existen 4 tipos de rituales, los diarios (como la oración), semanales o mensuales (ir a misa o celebrar el sabbath), anuales (Ramadan o Yom Kippur), y aquellos que se hacen una vez en la vida (primera comunión o visita a la Mecca).
¿Qué hay sobre el ateísmo? ¿Acaso el ateísmo tiene rituales que deben ser seguidos? ¿Negar a Dios y leer blogs ateos una vez al día? ¿Ir al museo de historia natural una vez al mes? ¿Ir cada año a convenciones ateas muy bacanes? ¿Conoces a Richard Dawkins? Para nada. Todo eso, si bien es interesante, es puramente opcional. El no creyente promedio no muestra su falta de creencia a menos que se le pregunte o provoque. Así que, no, en el ateísmo no hay ritos. Siguiente!
2. Mito: Antes que nada, mito no significa necesariamente una mentira, sino mas bien una historia o recuento de eventos que puede ser verdadero o falso, y sobre los cuales la religión está basada. Esta historia es sagrada y por lo general trata de responder preguntas difíciles como ¿De dónde venimos? ¿a dónde vamos? Y finalmente, la historia del grupo que practica tal religión. Si están pensando en la historia de Adán y Eva, van por el buen camino. Otro ejemplo es el del dios en el que creían aquellos que vivían en lo que ahora es mi país, el Perú. Ellos explicaban su existencia con el mito del Apu Kon Tikki Wiracocha
Este es Viracocha. Salió del lago Titicaca y creó todo (pero no pregunten quién creó el lago, es una falta de respeto) y creó a la humanidad soplando en las piedras. Pero no le gustó su obra, la detruyó y creo nuevos seres humanos. Bonita historia, ¿no?
3. Doctrina: Esta se trata sobre las creencias fundamentales de la religión. Tiene bastante que ver con esa palabreja que a los creyentes les gusta usar a cada rato: “Verdad”: “La Verdad esto, la verdad lo otro, Jesús es la Verdad, me odian por decir la verdad”. A veces dan ganas de agarrar a patadas al que insiste tanto con el asunto, pero quiero creer que somos gente civilizada que tiene sobre sus hombros la tarea de mostrar que “El agua está conformada por oxígeno e hidrógeno” es una verdad, pero que “Dios creó todo” no lo es.
La doctrina puede separarse en tres partes:
- Teología, “¿Quién da la verdad?: En muchos casos, Dios, un ser sobrenatural. A veces también puede ser una fuerza, especialmente cuando se trata de religiones orientales.
- Cosmología, “¿Dónde encontrar la verdad?: Bueno, ¿en dónde creen? En la Biblia y otros textos sagrados. Pero no basta con leerlos, hay que orar y “trascender”, puesto que la biblia es distinta a los otros libros.
- Soteriología, “¿Cómo llegar a la verdad?”: El cristianismo, el islam y el judaímos le dicen a la gente que no pueden hacer las cosas por sí mismos, y que necesitan de al ayuda de Dios. Por eso para estos la oración y la comunicación con Dios es tan importantes. Por otro lado, las religiones orientales, como los budistas, explican que la gente necesita encontrar su propia respuesta, lo cual se hace a través de la meditación
La Biblia es la verdad porque es la palabra de Dios. Sabemos que es la palabra de Dios porque la Biblia lo dice. Y nos creemos eso porque la Biblia es la verdad
Pasando a los ateos, nosotros por lo general hablamos de “hechos” y no de “verdad”, puesto que no somos tan arrogantes como para decir que lo sabemos todo “aunque por lo general, sabemos más). ¿De quién recibimos la verdad? De nadie. No hay seres sobrenaturales o fuerzas que nos la entreguen, simplemente sabemos lo que observamos. ¿Dónde? A nuestro alrededor, lo cual no siempre es evidente, pero con suficientes recursos, tiempo y conocimiento, es posible. Y para llegar a la verdad, pues… ¿cuál verdad? ¡Siguiente!
4. Ética: Esta tiene que ver con el estilo de vida que debe llevarse y como ser una buena o mala persona. La mayoría son “reglas” que controlan el qué hacer con el dinero, las actituted hacia el sexo y el matar; hay mandamientos (los judíos ortodoxos tienen más de 600) y relaciones con otros. En otras palabras, reglas para casi todos.
Esos dos mandamientos contienen mucha más ética que mucho de lo que se lee del cristianismo.
Los no creyentes tienden a aplicar la “regla dorada” como forma de saber lo que es bueno y malo. A esto le añadimos el conocimiento científico. ¿Por qué apoyar al matrimonio gay? Porque los científicos dicen que no hay nada malo con ello. El negarles el mismo trato nos convertiría en intolerantes, cosa que no nos gustaría se haga con nosotros. Nuestras “reglas” tienden a cambiar de acuerdo a los tiempos en que vivimos. Las reglas de la sociedad, en general, hacen lo mismo. Sin embargo muchos religiosos tienden a apegarse a sus jurásicos mandamientos a pesar de ver las evidencias de que esas reglas son impracticas, discriminatorias y malvadas.
5. Vida Social: Las religiones también tienen reglas sobre como comportarse con otros, dentro y fuera de la religión. ¿Se preguntan, qué debe hacerse con los que no creen? ¿Matar a los infieles? ¿Convertir a los no creyentes? ¿No preocuparse por lo que hagan? ¿No dar un comino? Ese tipo de preguntas. También se encarga de aquellos que están adentro, como el trato a los ancianos, a las mujeres, y en especial, a aquellos con privilegios, como los imames o sacerdotes.
Los no creyentes no tenemos ese tipo de reglas para tratar de forma distinta a aquellos que comparten o no nuestra falta de creencia. Creo que tratamos a todos como iguales, y si no, no es porque haya una regla escrita sobre eso. Tendemos a respetar a los científicos, pues gracias a ellos podemos entender el mundo que nos rodea. Cualquiera puede obtener ese tipo de conocimientos el cual no es nada especial. Es por ello que los citamos tan a menudo. Su autoridad se basa en lo que saben y se remite a su campo. Si necesitamos de leyes, buscamos a un abogado, si buscamos alguien que diseñe una casa, a un arquitecto. Simple, ¿no? ¡Siguiente!
6. Experiencia: Esta se centra en lo que sucede dentro de la persona y sus sentimientos. Las religiones tienen dos tipos de momentos relacionados a los sagrados: Momentos “místicos”, en los cuales se sienten en gran unidad con Dios; y momentos “numinosos” en los que vemos cuan pequeños somos comparados con Dios y lo que nos rodea.
Como dato interesante, en USA hay una gran prevalencia la “numinosidad” al no estar nunca satisfecho con lo que se tiene, el sentirse siempre pequeño y con ansias de tener más.
También tenemos las experiencias de cambio, las cuales se califican por intensidad. Existe la idea de que uno puede renacer varias veces o “nacimiento múltiple”, idea muy usada por los “born again” o “renacidos”, especialmente dentro de los protestantes, que dejan una vida detrás y empiezan una nueva “en Cristo”. Por otro lado, tenemos la idea de que se nace una sola vez, en donde la persona va cambiando gradualmente, pero siempre es el mismo que fue cuando nació.
Los no-creyentes, no tienen una relación con lo sagrado puesto que no creemos en anda sagrado. Tenemos relaciones con los que nos rodean, con quienes podemos tener “momentos místicos”, como cuando besamos por primera vez a la persona que amamos, o cuando vemos a un amigo que no hemos visto en mucho tiempo. Nuestros momentos de “numinosidad” se reducen a cuando nos sentimos pequeños y con un gran horizontes frente a nosotros, como el llegar a un nuevo país, o obtener un ascenso en el trabajo.
Finalmente, nuestros cambios pueden ser graduales o súbitos. Pero no hay reglas escritas sobre esto. Simplemente depende de las circunstancias en que vivamos.
Como pueden ver, el ateísmo no tiene ninguna de estas dimensiones. Tenemos situaciones en las que podemos comportarnos de una forma u otra, pero la diferencia es que no seguimos ninguna regla, cosa que las religiones sí tienen. Podemos hacer lo uno o lo otro, comportarnos de una u otra manera.
Somos libres, pensamos libremente, nada divino nos encadena. En otras palabras, y hablando más académicamente, el ateísmo no es una religión.
Excelente!!!! Es genial ver más y más mujeres pensantes y criticas que no se dejan manipular por las tradicionales instituciones sino que expresan sus pensamientos gústele a quien le guste. ^_^
ReplyDeleteGroso!!!
ReplyDeleteSi hubiese mas gente como vos
lo que seria el mundo
Mil gracias Matias! Este post en particular me costo un poco de trabajo, pero hacia tiempo que quería hacerlo. Saludos!
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