La persona a quien acababa de conocer era Gerardo Romero, uno de los moderadores del foro Ateos Mexicanos, el cual sirve como una comunidad para los ateos de ese país. Pero no solo eso, sinó que también ayudó a organizar la Marcha Atea que hubieron en el 2008 y 2009 en Mexico. Además, hace un podcast llamado Masa Crítica, el cual, adivinaron, trata sobre ateísmo. Y por último pero no por ello menos importante, contribuye para el E-zine Hidra, un magazine sobre ateísmo bastante interesante (me lo leí mientras regresaba en el tren de Los Angeles a San Diego). En pocas palabras, un verdadero activista ateo mexicano.
Durante el almuerzo (que fueron los tallarines cabello de ángel más caros que haya comido) conversamos sobre lo que nos había traído al ateísmo, los peligros y discriminación que la religión siembra, su activismo, la relación que tenemos con nuestros padres y, como supondrán, ateísmo. Es interesante el como los que no somos creyentes tenemos que pasar a través de un proceso de auto descubrimiento para llegar a donde estamos ahora. Tanto Gerardo como yo fuimos católicos en nuestra juventud, pero luego de pasar por ese proceso de cuestionarse y pensar críticamente, terminamos dándonos cuenta que no pertenecíamos a la masa que asiste a las iglesias. Su historia fue bastante más fea que la mía, pero se nota que la usó como acicate para ser un activista.
Hablamos tanto que me perdí la mitad de la conferencia de PZ Myers. La puta madre. Cuando llegamos, la sala ya estaba llena y solo pudimos escuchar un poco de lo que hubo. Grabé algo pero nada para estar orgulloso, además de estar lejos. Además, la presentación de Richard Dawkins y Bill Maher era más tarde, así que tenía que guardar cinta.
Luego del evento de PZ Myers, Gerardo se tomó una foto con Daniel Dennett, un filósofo al cual admira bastante y me recomendó leer. Así que también me saqué una foto con él. Al día siguiente oiría su conferencia y me daría cuenta de el por qué de la admiración de Gerardo.
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